martes, 29 de julio de 2008

Alegría y color

Desde el momento que se pisa tierra misionera, uno se encuentra con las artesanías que realizan los aborígenes de la zona: los Mbya Guaraní. Al costado de las rutas se pueden observar precarios toldos que ofrecen a los turistas sus productos. Así también al ingresar a las principales ciudades, siempre hay espacios que se destinan a ellos.
En Posadas hay un stand muy grande que se encuentra en la plaza 9 de Julio en pleno centro de la ciudad, en donde no solo se pueden encontrar sus artesanías sino también sus músicas.
En Puerto Iguazú sus artesanías se encuentran en cualquier punto de la ciudad, en la plaza y calle principal, en la entrada de cataratas, en el hito tres fronteras, en los parques naturales, y ahora también (y hacer un par de años) en los comercios de regionales.
De todos modos, no es lo mismo adquirir los objetos de las propias manos de quienes fueron realizados a que comprarlos en un regional.

Van desde coloridos y variados animalitos hechos en madera, hasta maracas, arcos y flechas, mochilas, tejidos, cerámicas, canastos, collares, pulseras y demás artículos confeccionados por ellos mismos y con los recursos que les ofrece la naturaleza.
Me llama la atención el colorido de las artesanías. Utilizan colores vivos y llamativos, que denotan el verde de la naturaleza que se respira en estas tierras.
Desde siempre los Guaraníes se caracterizaron por su habilidad en la confección de artesanías. Está tarea siempre estuvo relegada a la mujer, mientras que los hombres se encargaban de las tareas más pesadas como la confección de canoas, casas, la caza y pesca.
Realmente la habilidad se comprueba en cada una de sus artesanías puesto que el trabajo que realizan es sumamente prolijo es impecable.
Es muy difícil que quien visite esta zona no se lleve consigo alguna de sus artesanías, puesto que son realmente bellas.
Particularmente me gustan mucho los animalitos tallados en madera, porque son las especies distintivas de la zona como los coatíes, los yaguaretes, los monos carayá, y demás.
Considero que además de realizarlos con el fin de obtener dinero a cambio, lo realizan para que la sociedad conozca un poco sobre su cultura. Para que vea sus formas de representar y ver al mundo. Así como el significado que ellos le atribuyen a la madre tierra.
Ellos reproducen aquello que heredaron de sus antepasados, traen al presente innumerables historias y leyendas, que de no ser rescatadas, se pierden en la memoria y en el tiempo.
La sociedad y en mayor medida el gobierno, tienden a dejarlos a un lado en todo sentido. Cada vez más y más se los corre de su habitad, se los están despojando de sus tierras, hasta reducirlos a un mínimo espacio. Y me pregunto ¿Cómo pueden estar haciéndoles esto a las personas que habitaron estas tierras desde siempre? ¿Qué hay del gobierno que no garantiza sus derechos?
Creo que entre en un tema delicado y el objetivo del post no es entrar en estas cuestiones, sino mostrar y destacar el hermoso trabajo que realizan los Mbyas guaranis.
No adoptemos posturas etnocéntricas, optemos por una Argentina mejor, donde se respete la diversidad y la diferencia. Porque es ahí donde radica la verdadera riqueza de la gente.

domingo, 27 de julio de 2008

Las maneras sutiles de ejercer control (Parte I)

Introducción
Si tuviéramos que buscar un sinónimo para las palabras “dirección y dominación”, ¿Qué se nos vendría de inmediato a la mente? Básicamente nos remitiría al concepto de Control. Es que este concepto alude a la acción que tiene una persona, gobierno o nación de dirigir, gobernar, guiar y dominar a un conjunto de personas que se encuentran en un lugar o territorio común.
¿Cómo se ejerce el control? A través de la autoridad y del poder que ostenta una minoría sobre la mayoría. “El poder y la dominación pasan a ser políticos cuando la voluntad se orienta en función de un grupo territorial, con un objetivo que sólo tiene sentido por la existencia del grupo”
[1].
Es así que personas que tienen intereses en común comienzan a nuclearse en partidos políticos con el fin de compartir puntos de vista sobre determinados temas, formas de dirección, etc. Llegado el caso de que sus discursos sean convincentes, y a través del apoyo popular, uno de estos partidos, llega al poder máximo que es el de gobernar un estado o nación.
Pero no solamente el gobierno de un país ejerce control sobre los ciudadanos, sino que existe una inmensa cantidad de factores, tanto a nivel instituciones como mecanismos, que controlan la vida de las personas. Podemos pensar entonces, en el control que ejercen la educación, la religión, la vivienda (ésta través de la hipoteca), el trabajo, los sistemas de seguridad, las cuentas bancarias, y demás.
Y de este modo consiguen conocer más y más de nosotros, sin siquiera darnos cuenta o reflexionar sobre esta situación.
Es impensable para nosotros que nos estén controlando por el simple hecho de estar formándonos como futuros profesionales o por brindar una serie de datos en alguna institución financiera, bancaria, alguna consultora o con la entrega de algún currículum etc. Pero en realidad, ¿sabemos a donde va a parar toda ésa información? ¿Para qué fines es utilizada? Y no, no lo sabemos, y quizás nunca lo sepamos.
Tan sólo detengámonos un segundo y reflexionemos cuando llega a nuestro correo correspondencia que no esperábamos y que contiene datos nuestros, que no recordamos haber dado. O sino por e-mail cuando nos envían la misma correspondencia, y notamos que también saben nuestro nombre, ciudad, gustos, y demás, ofreciéndonos estúpidos servicios.
Y más temible aún, cuando queremos obtener información financiera, económica y de cualquier otra índole de una persona, podemos ingresar a una página de Internet (www.globoinfo.com) y con tan sólo anotar el apellido de la misma nos pueden enviar toda la información que queramos. Obviamente a cambio de una módica suma, algo así como 18$ que de no confirmar al instante, te lo pueden llegar a dejar por 9$.
Obviamente que todas son maneras sutiles, discretas y disimuladas de controlar y dominar a las personas. Nadie ve que nos manipulan, nadie percibe el truco.
Es objetivo de este ensayo dar a conocer algunas de las formas de ejercer control sobre la sociedad. Formas impensables e inconcebibles, pero que están presentes, mucho más cerca de lo que nos podemos imaginar.

De la disciplina al control, pasando por la alienación

Todo lo expuesto anteriormente, fue analizado por distinguidos intelectuales que se preocuparon por las problemáticas que atravesaron las sociedades en distintas épocas. Tal es el caso de Michell Foucault que denominó la sociedad europea de los siglos XVIII y XIX como “sociedades disciplinarias” y ya en aquella época reconoció a quien le sucedería: “las sociedades de control”, la protagonista de nuestro ensayo.
Claro está que para la formación de esta sociedad disciplinar, el autor, se remitió a ciertos procesos históricos que abarcaron lo económico, lo político y lo científico; para establecer los parámetros que originarían a esa sociedad.
Para Foucault la disciplina “es un tipo de poder, una modalidad para ejercerlo, implicando todo un conjunto de instrumentos, técnicas, procedimientos, niveles de aplicación, metas (…)”
El individuo no deja de pasar de un espacio cerrado a otro, cada uno con sus leyes: primero la familia, después la escuela, después el ejército, la fábrica, el hospital y la cárcel como el lugar de encierro por excelencia.
Es así que el hombre a lo largo de su vida puede estar en uno u otro tipo de espacio disciplinar y ser controlado de manera conciente.
Pero estas formas de control estaban delimitadas por espacios físicos, o sea, la persona debía estar dentro de cierto lugar para poder ser monitoreado. Caso contrario, resultaría difícil.
Hoy en día, no necesariamente, debemos estar adentro de un sistema cerrado para poder ser controlados. Es lo que Foucault pronosticó como la sucesora de la disciplina, el control, la vigilancia continua, la sociedad del control.
La típica y rigurosa disciplina, que permaneció por décadas, cedió su lugar al control al aire libre, al control abierto, pero disimulado. Y lo hace a través del surgimiento de las TICs las nuevas tecnologías de la comunicación e información que operan hace ya varias décadas.
Esto se puede observar claramente en la sociedad autoritaria que plantea George Orwell en su novela de ficción “1984”. Aquí se puede apreciar como los ciudadanos de Londres viven constantemente controlados por el presente y vigilante “Gran Hermano”, a través de telepantallas que lo ven y escuchan todo sin descanso alguno.
En esta obra se puede advertir un cierto paralelismo con nuestra sociedad actual y la sociedad de “1984”, en lo que respecta a los conceptos de poder y alienación.
El primer punto de contacto que podemos percibir es el de la vigilancia continua. Los personajes de la novela estaban siendo monitoreados las 24 horas del día, en cualquier lugar, sea su casa, calle o fábrica.
Hoy en día, por más ridículo que parezca, hay que ser conscientes de que quienes detentan el poder nos pueden controlar. Ya que estamos expuestos al entrar a un supermercado, a un cajero, al pasar por las instituciones educativas, en hospitales, bancos, a través de las imágenes satelitales etc.
Resulta difícil burlar al sistema de control por dos cuestiones; una de ellas, el hecho de que con distintas herramientas informáticas, por ejemplo el Google Earth, cualquier persona puede ver hasta el techo de su casa. Siendo esta una imagen tomada en tiempo real y con una cercanía mucho mayor de la que creíamos.
La otra cuestión es que la convivencia con estas tecnologías nos lleva a naturalizar su uso y no preguntarnos, reflexionar ni tomar conciencia de cual es su poder.
¿Qué perdemos con todo esto? Uno de los derechos más apreciados del hombre: la privacidad, intimidad y libertad. Son éstos derechos fundamentales que les estaba negado a los personajes de 1984, y que coinciden con los derechos que estamos perdiendo de a poco nosotros, los ciudadanos de las sociedades del siglo XXI. La diferencia de nuestra sociedad con las sociedades bajo un sistema totalitario, es que la democracia nos permite elegir perder nuestra privacidad.
¿Por qué? Porque somos nosotros quienes subimos nuestros datos por ejemplo a la web, somos nosotros quienes adquirimos artefactos tecnológicos y hacemos uso y apropiación de los medios permitiéndoles ser parte de nuestra vida.
Las grandes hegemonías que dominan al mundo, imponen a los denominados países del tercer mundo, sus agendas. Nos dicen qué hacer, qué investigar, sobre qué preocuparnos, hasta el punto de decirnos qué necesitamos. Conocen nuestros gustos y debilidades, esto nos hace manejables, y caemos presos en sus garras, sin poder resistirnos y sin siquiera darnos cuenta.
Mediante un sistema de manipulación muy sutil, nos hacen creer que el modelo ideal de vida es el de ellos. A punto tal de que nos movemos y trabajamos para llegar a asemejarnos a ellos. Vivimos en la ilusión alcanzar su mismo nivel de desarrollo.
Y nos creemos esto, porque como dicen, una mentira repetida 100 veces termina siendo verdad. Y el hombre necesita creer en algo, es ésta su gran debilidad.
Vivimos una realidad ficticia, que nos impone el sistema sin mirar nuestra verdadera realidad.

Respecto a la alienación, en “1984” a través de una historia embrollada, con temas como el
lavado de cerebro, el lenguaje, la psicología y la educación totalitaria de la juventud, hacen creer a la sociedad lo que el sistema considera adecuado. Y lo hacen a través de su “neolengua”, que contiene palabras que significan lo contrario de lo que parecen indicar (por ejemplo los tres lemas del partido decían: La guerra es Paz, la Libertad es esclavitud, la ignorancia es verdad) y con el cual aspiraba a evitar que los hombres pensaran por sí mismos y toda desviación respecto del pensamiento colectivo del partido, “que siempre dice la verdad”.
Esta situación la podemos relacionar con lo que sucede en nuestra sociedad donde el poder intenta imponernos de manera disimulada lo que a ellos les conviene. Y nos creemos libres por ser quienes “elegimos”, sin tener en cuenta que son ellos quienes determinan cuáles son las opciones; y eso no es libertad.
Una de las herramientas más utilizadas para estos fines son los medios de comunicación. Y sucede que terminamos creyendo y pensando en base al modo en que éstos tratan los temas. No existe pluralidad de voces, de medios. Sólo unos pocos, que operan de acuerdo a lo que les impone la línea editorial.
El poder utiliza el control, a través de los medios de comunicación, para llegar a su último fin que es el de alienar a la sociedad, es decir, privarla del uso de la razón y la crítica. Claro está que lo realiza de una manera muy sutil y bajo el manto de la democracia contemporánea, entonces estas formas no son fácilmente percibidas por la sociedad.
Operan con el sistema de “pan y circo”, y esconden tras una cortina de humo (humor, escándalos de la farándula, diversión, entretenimiento, etc.) los asuntos relevantes y la realidad social.
Y esto sucede porque el modelo neoliberal que impera hace tiempo en América Latina, trajo consecuencias y cambios sustanciales en nuestras sociedades. Ya que las distintas concepciones que lo sostienen están hechas en base a la sociedades industrializadas y se imponen en las nuestras sin ser criticadas. Su argumento del desarrollo como única vía de progreso posible, determina hasta los temas que se deben investigar en América Latina, pasando por la pobreza, la polarización de las sociedades, etc.
Este modelo se impuso después de la Segunda Guerra Mundial como el único, el mejor e indiscutible, sin tener en cuenta si era realmente lo que nuestras sociedades necesitaban.
He aquí un paralelismo con el relato de la novela de George Orwell, donde los personajes vivían con las supuestas verdades y realidades que imponía el sistema de INGSOC a través del Gran Hermano.

Las maneras sutiles de ejercer control (Parte II)

Yo te doy mi libertad pero vos a cambio seguridad

Con el slogan de la sociedad de la información, nos vendieron algo, que no se cumplió ni cumple, y que tiende a desaparecer. Creemos que por tener todo a nuestro alcance, más tecnología, mayores servicios, mayor conectividad con todo el mundo, sabremos la verdad, tendremos acceso a todo. Pero en realidad perdimos todo lo que creímos haber logrado, vendimos nuestra libertad por la seguridad, por el control. Creemos que el poder mantiene nuestra seguridad.
Es como lo plantea Vicente Verdú que (1) “(…) la intromisión es cada vez mejor aceptada porque el terror ha convertido a la seguridad en un valor ciudadano superior a la libertad individual”.
El hombre entrega su libertad a cambio de seguridad. Y es lamentable, que el hombre este entregando lo que tanto tiempo le costó conquistar, su derecho a la libertad.
Es cómico ver cómo las personas antes se negaban a ser filmadas, a ser encuestadas, o ser interceptadas por un periodista para una simple entrevista y ver cómo hoy en día, esas mismas personas, entregan sin tapujo alguno su privacidad e intimidad a cambio de la tan apreciada seguridad.
Cada vez son más y más los servicios tercerizados que se contratan para cuidar a los hijos, la casa, los bienes, etc. Cámaras por doquier, micrófonos puestos en lugares inhóspitos, todo para combatir el flagelo de la inseguridad. Creemos que así estaremos a salvo.
Pensamos que los ataques, los robos, la delincuencia, los secuestros, suceden únicamente en las grandes ciudades, pero cada vez, la inseguridad se expande hasta llegar a los pueblos más perqueños del país. No estamos seguros en ningún sitio, somos presas débiles de la inseguridad, y le estamos adjudicando un valor, como dice Verdú, superior a la libertad individual.
Y es ante esta situación límite, que nos entregamos de lleno a la mirada y vigilancia del Gran Hermano. Que no es uno, sino muchos, son avariciosos, realizan su labor con dedicación y esmero, para que sintamos que fue la mejor decisión que pudimos haber tomado.
Nos engañan, nos engañamos.


El marketing un instrumento más

Comprar, usar, tener. Es el lema de las sociedades actuales, todo es imagen, nos cautivan y bombardean con mensajes publicitarios, con propagandas. Nos seducen a través de la imagen para que compremos sus productos o servicios, están en todas partes: en la televisión, la radio, el cine, Internet, en las calles, en los colectivos, revistas, diarios, etc etc….
En esta situación, el capitalismo dejo de ser un capitalismo para la producción y pasó a ser un capitalismo para el producto, es decir para la venta y para el mercado.
Todo pasa por el mercado, por ejemplo, ya desde la década de los 80 comenzó a considerar a cuestiones tales como la educación, la salud, la seguridad social, la justicia no ya como derechos ciudadanos, sino como bienes y servicios. Al convertirse esto como cualquier otro producto, deben ser adquiridas en el mercado por quienes puedan hacerlo.
Si seguimos con la lógica mercantil, podemos ver que la palabra ciudadano, comenzó a ser reemplazada por términos que se ajustan más como “cliente o consumidor”. También desapareció la palabra nación, ahora prefieren llamar “mercados” o peor aún “mercados emergentes”. Así también con la noción de ideología, que fue desterrada por “opinión pública” o peor “marketing político”.
Son palabras que se pusieron de moda con el auge del modelo neoliberal, que tiende a trasladar lo económico a todos los ámbitos de la sociedad.
Aquí podemos observar claramente como el marketing es la nueva herramienta del control social. El marketing que antiguamente era utilizado para diferenciar productos y hacerlos más atractivos, ahora es usado para crear nuevas necesidades y términos.
Como afirma Deleuze “el hombre ya no es el hombre encerrado, sino el hombre endeudado”. El hombre se pasa toda la vida trabajando para comprar los últimos productos anunciados, que quizás no necesita, pero anhela. Se endeuda, se hipoteca a cuarenta años, con tal de tener su casa, de tener la última tecnología; y lo único que hace es someterse y depender aún más de ellos. Perdemos nuestra libertad, nuestro libre albedrío.
El tener y querer cada vez más, fomenta a la envidia, a la desigualdad social, a la salud psicológica, y a otros tantos aspectos más.
Tener más y más, es necesario para que la vida avance en pos del progreso, eso es lo que nos hacen creer, pero en verdad es necesario para que el control aumente.

BIBLIOGRAFÍA

FOUCAULT, MICHELLE
DELEUZE, GILLES “Posdatas a las sociedad de control”
VERDÚ, VICENTE “ La sociedad transparente

[1] VICENTE VERDÚ: “La sociedad transparente”

viernes, 25 de julio de 2008

Esclavitud en el siglo XXI ¿Es posible?




Si me remonto a unos meses atrás cuando el profesor de la cátedra de Economía política estaba dando su clase sobre la plusvalía planteada por Karl Marx, los mecanismos de acumulación originaria, y la lectura del libro de “Lo que son los yerbales” de Rafael Barret, diría (en aquel entonces) que toda forma de explotación humana y de sistema de esclavitud, quedaron ya en los siglos pasados.
Durante siglos estas tierras (Misiones, Paraguay, Brasil) fueron una fuente inagotable de recursos naturales tales como la yerba mate y la extracción de maderas.
Para la extracción de las mismas se utilizaba la mano de obra esclava, en un principio de los pocos aborígenes que habían quedado de las antiguas reducciones, posteriormente de los nativos y más adelante de personas que provenían de los territorios vecinos.
El modus operandi[1] de los jefes de comitiva, para extraer la yerba mate era más o menos así: la mano de obra esclava era conseguida por medio del contrato previo, el reclutamiento, las razzias, y las cacerías.
La primera de ellas se basaba en un contrato firmado ante un juez. Donde constaba que al peón se le anticipaba “X” cantidad de dinero y que la devolución a su patrón sería realizada por medio de su fuerza de trabajo. Una vez en la selva, el peón quedaba prisionero los quince o veinte años que era útil para el trabajo, y aunque se reventara trabajando siempre era deudor de su patrón.
La segunda de ellas, el reclutamiento, se trataba de anuncios que realizaban en los pueblos para seleccionar gente a cambio de un refugio en los yerbales.
Si el empresario tenía buenas relaciones con las altas autoridades del país, disponía de la fuerza pública para organizar razzias que arreaban a los que querían ir, y a los que huían o no querían ir, se organizaban cacerías.
Estas cuatro maneras de arrear peones a los yerbales se basaban en la corrupción, la mentira, el engaño, brutalidad y en un salario ilusorio. Puesto que el peón no percibía su remuneración en dinero, sino en mercaderías (referida a la comida y vestimenta).
Y como si todo esto fuera poco, existía una diferencia entre el “salario ilusorio” que recibía el peón y el valor del producto que producía, en palabras de Karl Marx “la plusvalía”. Ya que el precio de costo de la arroba producida por el peón era de 2$ y las empresas lo vendían a 30$.
Esta diferencia también se hacía presente en las mercaderías que adquiría la empresa (generalmente de contrabando, en mal estado, de pésima calidad) y al precio que se la vendía y/o descontaba del salario del peón. Ya que los precios eran exorbitantes, y es por esto que el peón quedaba sujeto a una deuda de por vida con su patrón.
Durante muchos años, en Paraguay, la firma capitalista “La Industrial”, quien ofrecía la tan conocida yerba mate “Pajarito”, desarrolló su actividad en base al sistema de la esclavitud. Sistema que descansó en el tormento y asesinato.
El capital y las ganancias se producían por medio de la plusvalía absoluta puesto que el peón trabajaba entre 14 y 16 horas por día. Es sabido que esta clase de plusvalía desapareció; pero en el Paraguay del siglo pasado, todavía se seguía explotando de esta manera descomunal a los hombres.
Sin embargo hace cuestión de unos días me encontraba mirando un programa periodístico de investigación en la Tevé Récord (Reporter Record, canal brasilero) y vaya sorpresa cuando el tema de investigación era sobre el sistema de esclavitud en el Brasil del siglo XXI.
Se trataba de un grupo de personas, hombres y mujeres, que se encontraban insertos en el medio de la selva amazónica, no recuerdo con exactitud el estado, que trabajaban en condiciones semejantes a las planteadas anteriormente.
Esta situación fue denunciada en el mismo canal de televisión que llevó adelante la investigación, el cual se adentró en la selva, junto con funcionarios del Ministerio de Trabajo, para rescatar a ese grupo de personas.
A medida que el documental iba avanzando, me planteaba una y otra vez, que la esclavitud en pleno siglo XXI todavía existe. Gente que estaba desamparada, que no tenían prácticamente nada para comer a no ser “feijao e arroz”, que hace meses no veían a sus familias, enfermas, atraídas por promesas que nunca fueron cumplidas. Además de menores de edad, que dormían donde podían, se arreglaban con lo que podían. No se podían escapar porque el campamento estaba a varios kilómetros del poblado más cercano, y muy difícil que una persona caminando resista a los ataques de la misma naturaleza. Y como si fuera poco, la gente del poblado tenía estrictas órdenes de no ayudar a quienes, en un posible caso, se escapen. A este lugar sólo se podía acceder a través de motos.
Uno de los testimonios que me tocó profundamente fue el de un hombre de unos 37 años más o menos, que accedió trabajar (sin saber lo que le esperaba) para poder comprar una bicicleta a su hijita. Lo contaba con tanta emoción, con tanta dulzura, que despertó en mí una emoción inigualable.
Me asombró como ésta gente ante tamaña situación infrahumana de malos tratos, de injusticia, de miseria, dolor, sufrimientos, engaños, podían, en el momento de la grabación, sostener una sonrisa y contar sin lágrima alguna todo lo vivido.
Pero gente que a pesar de todo lo sufrido, pensaba en un futuro mejor, en reencontrarse con su familia, en poder cumplir con sus promesas, en poder vivir dignamente, en poder conseguir un empleo digno y legal.
¿Cómo finalizó el documental? En que se llegó hasta el propietario de las tierras, el mismo empresario que contrataba la gente, y cuando se le expuso todo lo que se había investigado, el muy sinvergüenza dijo que el no sabía que lo que hacía iba en contra de la ley. Que les pedía perdón a sus empleados por “ignorar” las condiciones laborales, y que repararía el daño pagando una indemnización. Obviamente que este personaje no se escapó a la ley. Ella se encargó de darle su merecido.
Pero resulta que en nuestro país también suceden situaciones similares como la expuesta anteriormente. No solamente en Brasil suceden estas cosas, aquí también. Sino vean uno de los títulos del diario clarín de ayer 24/07:

Liberaron a 37 bolivianos que mantenían esclavizados en un taller textil de Longchamps

"Vivían hacinados en una habitación de 24 metros cuadrados, les pagaban $1 por prenda confeccionada y los obligaban a comprar comida sobrevaluada a la suegra del dueño. Entre los rescatados hay seis chicos de entre 3 y 11 años. La Policía detuvo a tres personas, todos miembros de una familia"

Sin irme hasta Brasil y Buenos Aires, conocí a un hombre que vivió en carne propia la esclavitud en un campamento de naranjas a tan sólo 45 km de Puerto Iguazú, lugar conocido como Tirica. Este hombre para poder salvar su vida tuvo que escaparse, y tras varios días de estar caminando sin rumbo en la selva, logró salir en la ruta provincial 12 donde fue rescatado.


Ahora y para finalizar, no se puede decir que en pleno siglo XXI no existe el trabajo esclavo. ¿Será que estaremos volviendo a la época donde el trabajo esclavo era uno de los más rentables, y que hasta había un mercado y comercio de esclavos? ¿Y qué hay de la trata de personas que luego muchas de las chicas pasan a ser esclavas en burdeles y prostíbulos, no pudiendo regresar jamás a sus casas? ¿Qué hay de los miles de extranjeros ilegales que trabajan en talleres textiles? ¿Acaso no son formas de esclavizar a una persona?
Son preguntas que en cierto momento, después de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, movimientos y demás, parecieron tener una respuesta tan rotunda como un No. Pero, sin embargo hoy en día cuesta responder de la misma manera. Los hechos demuestran otra cosa, otra realidad. La triste realidad.





[1] Modus Operandi realizado en Paraguay, aunque en otras zonas se procedía de manera similar.

martes, 22 de julio de 2008

Made in PARAGUAY-CIUDAD DEL ESTE




No puedo dar por finalizadas mis vacaciones o regresar sin antes no haber ido de visita y de compras a Ciudad del Este Paraguay. Porque cada vez que vengo a Puerto Iguazú seguro que también visito Cidade do leste, como le dicen los brasileros.
Esta es una de las ventajas que tiene la gente que vive en una ciudad de frontera. Y que mejor frontera que Argentina y Paraguay. En cuestión de minutos podemos estar en un país y en cuestión de otros tantos minutos más en otro país.
Si cruzamos el Puente Tancredo do Neves, llegamos a Foz do Iguazú. Un ciudad relativamente joven, hermosa por donde se la mire. Es una ciudad prolija, limpia y moderna. (en otro posteo haré referencia a esta ciudad)
Si seguimos el viaje, llegamos al puente internacional Da amizade que conecta la ciudad de Foz con Ciudad del Este-Py. Hace varios años atrás esta ciudad era un verdadero "tacho de basura" (sin ánimos de ofender a nadie) y lo planteo de esta manera porque las mismas calles, veredas, plazas y demás eran depósitos de bolsas, cajas, y demás residuos sobrantes de las mercaderías.
Muchos de ustedes habrán visto alguna vez la famosa postal de la calle llena de barraquitas hechas lo más simples y precarias posibles (cartón, bolsas, tergopol, machimbres etc).
Recuerdo que cuando te agarraba la lluvia era lo peor que te podía pasar, por el hecho que el agua venía arrastrando la mugre de arriba y uno tenía que esquivarla como podía, aparte de mojarte toda, si sé, te ofrecían esos pilotines de color amarillo fosforecente que no te resguardaban de nada. Era mejor no tener nada y no gastar en eso.
Bueno en fin, esas penurias que uno debía afrontar cada vez que se iba al país vecino, hace cuestión de unos años, no recuerdo exactamente cuántos, el gobierno paraguayo decidió ponerse las pilas. Y bueno fue así que hicieron una hermosa peatonal, desalojaron a toda la gente de las barraquitas y en su lugar hicieron puestos como la gente ubicándolos en los nuevos locales. Así también arreglaron las plazas, hicieron una linda rotonda, hay más polícias controlando el tránsito. Ah y también exigieron a todos los propietarios de los locales que cambien la fachada externa, de esta manera pusieron grandes carteles que identifican a los locales. Cambió totalmente la imagen de esta ciudad tan concurrida por brasileros, argentinos y los mismos paraguayos.
Fue un cambio en pos de una mejora tanto en lo que respecta a la imagen, la circulación y la comodidad de todos.

Bueno retomando el tema del puente, se puede decir que es un verdadero loquero. La gente puede cruzar el puente de varias formas. La primera de ellas es caminando. Hay que ser rápidos, ágiles, atentos y no tener vértigo a las alturas, porque que las barandas del puente son pequeñas. Se recomienda debido a que se llega muy rápido. Bueno todo depende del ritmo que tenga cada uno.
La segunda de ellas es a través de algún vehículo sea un auto o un colectivo. La desventaja de este medio es que tienen que estar preparados para aguantar la fila y el congestionamiento que se hace. Se avanza muy lentamente, y las demoras muchas veces pueden ser de horas.
Muchos no aguantan y terminan decidiéndose por cruzar caminando o en nuestro tercer medio de transporte: las motos.
Sí el tercer medio son las motos, hay miles de motos-taxis que por la suma de 3 Reales (lo mismo que el colectivo) te cruzan el puente en unos pocos minutos. Eso sí debemos ser conscientes que quienes conducen van zig-zagueando y esquivando autos, colectivos, motos, transeúntes y demás. Ver cómo van avanzando causa un poco de pánico, pero mayor es la adrenalina si uno va arriba de la moto. No sabes de donde atajarte si de la cintura del conductor, si de los soportes del costado, es todo un tema. Recuerdo que una única vez en mi vida me subí a una, le pedí por favor al hombre que conduzca con cuidado, que soy anti-velocidad y que no quería que me pase nada. Por supuesto que el el tipo no prestó atención a mi pedido. Pero al bajar dije "nunca más".
Cabe destacar la inseguridad en cualquiera de éstos tres medios, debido a que todo el tiempo están circulando pibes que en cuanto ven que estás distraído aprovechan para hacerse de lo que tengas a mano, ya sea la cartera, cadenitas, pulseras, anillos etc.
La verdad que sobre este puente puedo contar miles de anécdotas e historias. No es novedad que en este puente el contrabando de cigarrillos y demás cosas sea normal y habitual. Hace cosa de un año, venía de regreso, caminando con mi abuelo y en una de ésas vemos que unos chicos comenzaron a tirar los fardos envueltos con bolsas negras y cinta scotch, hacia el río. Al mismo tiempo que éstos se encontraban tirando los fardos, aparece en escena un policía brasilero con arma en mano, apuntando y diciendo "Deixa tudo ahi si nao eu atiro" al escuchar esto, la gente que estaba cerca comenzó a correr, y entre toda esa gente estábamos mi abuelo y yo. Por suerte el pibe tomó conciencia de la situación se entregó sin problema y resistencia. Pero hay quienes forcejean con la policía o quienes deciden arrojarse al agua o a las piedras (lo ví un día en la televisión y de no creer que se salvó). Sin embargo las últimas veces que fui no ví más esta escena, ¿Habrán podido erradicar el problema? ¿ O habrán encontrado otras maneras de realizar el contrabando? En estos países todo es posible, ya nada logra asustarnos.

En las fotos (gentileza del fotógrafo Alexis Escobar) pueden observar la cantidad de motos-taxis que hay en circulación, debe ser un medio rentable, por eso la proliferación de este medio de transporte.
Bueno una vez que atravesamos el puente, sea de la manera que hayamos elegido, el tema ya estando en Ciudad del Este es otro. Y la verdad que merece otro posteo, porque es muy cómico moverse en este país donde todo esta alejado de la ley. Ver cómo se te enciman para ofrecerte perfumes "importados", medias, toallones, masajeadores, peines, mp3, mp4, yuyos y lo que te puedas imaginar, no tiene comparación. Y reconozco que hay que saber moverse porque sino pronto pasas a ser una presa fácil para todos estos vendedores ambulantes, que están a la expectativa de enganchar a algún turista ingenuo e inexperiente. Que ojo! también hay que tener cuidado, muchos son campanas, chorros y demás.

Pero bueno simplemente quise relatar un poco de la odisea que deben afrontar quienes deciden ir a pasear, comprar y conocer en el país vecino. Quienes viven en una ciudad de frontera conocen de antemano con la situación que se van a encontrar, pero quienes no, lo pueden llegar a pasar muy mal. Se los puedo asegurar.....
Para finalizar, y para que se rían un poquito, les dejó este audio ilustrado con imágenes de Ciudad del Este, sobre una vendedora ambulante, o como se las suele llamar aquí "cuperas o paseras", que ofrece una cantidad inimaginable de productos a una de sus clientes. Escuchénlo está buenísimo.

!!Próximamante!! la Odisea en el paso fronterizo entre Argentina-Posadas y Paraguay-Encarnación.

domingo, 20 de julio de 2008

El ataque de los "Coatines"




Estoy en los últimos días de mis tan esperadas vacaciones. Siguen para muchos....Sin embargo para mi están terminando.
El domingo pasado con una amiga y su familia decidimos ir a pasar el día a las Cataratas del Iguazú.
Subimos al trencito que nos trasladó desde la estación central hasta la estación del paseo superior (esta vez decidimos omitir el paseo a la garganta del diablo, puesto que hace casi 20 años que vivo acá y me conozco el paseo de punta a punta...).
Hicimos todo el recorrido, como se debe, y al llegar a la zona del mirador (lugar donde está el 1º hotel que hubo en Puerto Iguazú, hace unos años era un museo, ahora esta en ruinas) éramos los únicos transeúntes que recorrían el lugar. En el preciso momento que estabamos circulando por uno de los senderos, vemos que de la selva sale un hermoso coatí , los nenes de mi amiga decían: !que hermoso coatin....saquenle una foto....que lindo! En el preciso instante que iba a sacarle una foto, vemos que de repente, ya no había un solo coatí, sino que empezaron a salir más y más de la selva, eran como veinte. La pregunta es ¿Qué atrajo a estos animalitos tan ¿dóciles? La respuesta es tan sencilla como obvia... llevabámos en una mochila nuestro almuerzo, el olor de nuestra comida hizo que una veintena de coatines (así los llama el nene de mi amiga) se avalancharan a la espalda del marido de mi amiga para arrebatarle la mochila. Y así lo hicieron, claro que él en cuanto vio que los bichos se le estaban trepando (son habiles trepadores) soltó la mochila y la tiró al suelo.
Fue la 1º vez que estos animales me hicieron sentir miedo, porque es terrible los dientes y las garras filosas que tienen. Uno no es problema, pero se sabe que esta especie anda en manada, así que hay que tenerles miedo. ¿Cómo termina la historia? Que hicieron trizas la mochila y que no pudieron abrir el tupper (por suerte). Pero antes de recoger todo lo que había quedado, tienen que saber cómo hicimos para auyentarlos. Pues bien, ya que no le tienen más miedo al ser humano, la única era agarrar alguna rama o palo y tratar de asustarlos (siempre y cuando no te vea ningún guardaparque, porque esta prohíbido tocarlos, darles alimentos o cualquier contacto con ellos) pero es muy dificil asustarlos, por suerte en ese momento se acerco un turista que ante la situación decidió ayudar. Entonces éramos tres contra una veintena de coatíes, fue así que se alejaron un poco, momento que aprovechamos para juntar los restos de las cosas y salir corriendo a otra parte más segura.
El problema de estos animales es que por medio del contacto con el hombre, prefieren alimentarse de lo que le dan los turistas, de lo que arrebatan, de lo que encuentran en los tachos de basuras de los restaurantes, antes de comer lo que les brinda la naturaleza (obviamente que lo siguen haciendo).
Son animales que en parte se fueron domesticando a medida que el parque iba creciendo. Porque recuerdo que hace veinte años atrás cuando no era mucha la afluencia de turistas al parque, estos animales no eran tan salvajes como se los puede ver ahora. Se le solía tener miedo a que salga algún que otro yaguareté, tapir o lo que sea pero no a los coatíes.
Lamentablemente a medida que el parque se va modificando en todo sentido, también se va modificando el habitat natural de las especies que allí habitan. Cada vez se ven más y más amenazados por el hombre, a pesar de que estén los guardparques para progerlos la constante presencia del hombre está alterando el orden biológico de las especies animales y vegetales.


Van algunas recomendaciones para todo aquel que piensa algún día visitar el Parque Nacional Iguazú:


1º No acercarse a los animales que ven.
2º Que no se les ocurra darles comida de la mano (te pueden morder)

3º En lo posible no llevar comida en bolsas o en lugares de fácil acceso para ellos.

4º Miralos y apreciarlos a lo lejos. Es lo mejor. Debemos contribuir con la conservación de las especies y recordar que somos nosotros los intrusos, no ellos.

5º Y por último que disfruten del paseo de la misma manera que lo hicimos mi gente y yo el domingo pasado.

PDT// Las fotos fueron tomadas antes del ataque y durante el trayecto por el paseo superior.