viernes, 5 de septiembre de 2008

Un viaje transoceánico...una desilusión





Ayer fue el día Nacional del Día del Inmigrante, ¡Feliz Día! a todas aquellas personas que decidieron cambiar sus países natales por apostar en una Argentina que recién comenzaba a organizarse; para recordarlo les presento parte de la historia de Gastón Francesc Escobar Arquer, un inmigrante español que junto a su familia decidieron emprender viaje a una América recóndita y desconocida.
Hoy conoceremos lo que fue el viaje en barco desde Barcelona hasta Buenos Aires y sus primeras horas en la metrópoli porteña.
Gastón desde muy pequeño tenía un imaginario de lo que era América para él, ¿Se encontró con lo que se imaginaba? O ¿se llevó una desilusión? Lo sabrán en las siguientes líneas.

Dieciocho de enero de 1939, las angostas calles de Canet de Mar se encontraban desoladas. Reinaba en el aire un clima tenso debido a la Guerra Civil de España que se encontraba ya en sus últimos días.
Era una fría noche de invierno, en la que los bombardeos todavía atemorizaban a la ciudad. La oscuridad y los estruendos provocados por el choque de los cometas artificiales que arremetían con toda su furia sobre la tierra, aumentaban el suspenso y la tensión.
En las penumbras de esta noche la familia Escobar recibía el nacimiento de su primer hijo, Gastón Francesc Escobar Arquer.
En medio de tanto caos, recuerdos como este sólo podían guardarse en la memoria de las personas, ya que si bien el medio para congelar imágenes en un papel, la fotografía, había avanzado a pasos agigantados, en este contexto se hacía imposible acceder a una cámara portátil.
Hacia el año 1951, la familia Escobar emprendió el viaje hacia América, su destino fue Buenos Aires, Argentina. El motivo del viaje fue emprender la aventura de comenzar una vida nueva en un lugar desconocido. Gastón recuerda “mi padre tenía a su mamá y algunos de sus tíos en Argentina y siempre comentaban que en Argentina se vivía bien, que era un país tranquilo, que se podían apreciar bellos paisajes y que no existía ese clima pos guerra que sí se vivía en España. Todo esto sedujo a mis padres y es por eso que decidieron emprender el viaje hacia Argentina, junto con mis dos hermanos más chicos, Carlos de 6 y Estela de 2 años."
Partieron desde el puerto de Barcelona el 24 de julio de 1951 en el colosal barco llamado “El cabo de la buena esperanza Ibarra”. La primera parada fue en el puerto de Cádiz España, el barco fue bordeando la costa africana hasta que pararon en Dakar capital de Senegal ex África Ecuatorial Francesa.


Por aquel entonces Gastón Escobar Arquer contaba con 12 años y como todo niño le apasionaba leer libros, revistas, ver películas que describían lo bello que era América. Esto fue creando en Gastón un imaginario acerca de lo que para él era América, recuerda para mí América era un lugar de mar, arena, sol, palmeras, un lugar de mucho brillo, color y vegetación”. Este imaginario que se basaba en films, y libros se mantuvo hasta que llegaron al puerto de Santos Brasil, era todo como él se lo había imaginado, pensaba que al llegar a Argentina se encontraría con el mismo paisaje. Estuvieron un día en Brasil y luego la anteúltima parada fue Montevideo Uruguay, donde un amigo de su padre los fue a esperar para saludarlos.
Al entrar en territorio argentino, a medida que el barco iba avanzando, Gastón Escobar recuerda “todo lo que yo me había imaginado se desvanecía ante mi mirada, se me cayó el alma al piso, puesto que ese día llovía, el cielo estaba nublado y no podía apreciar nada, eran todos edificios ¿Dónde estaban las playas, colores, palmeras que me había imaginado? Entrar al puerto de Buenos Aires fue lo más tétrico que experimenté en mi vida.
Al llegar nos estaban esperando nuestros familiares, eso me puso contento Llegamos el día 14 de agosto de 1951, después de estar viajando 22 días
”.

Hasta aquí, lo que fue el viaje en barco y su desilusión al llegar al puerto de Buenos Aires, pero como todos tuvo que aprender y adaptarse a un país nuevo; con costumbres, cultura, hábitos y modos de vivir diferentes.

Abuelo ¡Feliz Día! Este es un pequeño homenaje por la valentía y coraje que tuvieron los bisabuelos Manuelita y Francisco, que si bien ya lo conoces porque fue una parte del trabajo para la cátedra de “Historia de los medios de comunicación” relacionado con la fotografía. No obstante, fue una experiencia similar a la que vivieron miles y miles de inmigrantes procedentes de los distintos países del mundo. !Feliz Día a todos!

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